La adopción y la corrección de una serie de hábitos posturales ayuda a evitar el dolor de espalda, si los incorporamos a nuestra actividad habitual.
1. Consejos generales
- Cumplir con las normas de higiene postural y ergonomía. Con la higiene postural se aprende a realizar los esfuerzos de la vida cotidiana de la forma más adecuada, con el fin de disminuir el riesgo de padecer dolores de espalda.
- Es importante hacer ejercicio para mantener fuerte nuestro sistema musculoesquelético.
- Evitar actividades y riesgos que puedan ser perjudiciales para nuestra espalda.
- En el día a día aprenda a utilizar bien su espalda.
2. Consejos posturales
- Al agacharnos: flexionar las rodillas, no inclinar el tronco hacia delante.
- De pie: si se estás de pie largos periodos de tiempo, ir cambiando la posición de los pies a menudo (alternando su apoyo o colocando uno de ellos en un banquito).
- Al cargar peso: si se cogen desde el suelo, elevar las rodillas. Evita levantar objetos por encima de los hombros. Reparte la carga en ambos brazos y en paquetes pequeños. Coloca el objeto lo más cerca posible del cuerpo. Evita arrastrar objetos, para trasladarlos apoyate de espalda y empuja con las piernas.
- Al sentarnos: mantener los pies en el suelo y las rodillas dobladas y a la altura de las caderas. Utilizar asientos cómodos, con respaldos rectos y con reposabrazos y reposacabezas si es posible.
- En las tareas domésticas: para agacharse evitar flexionar el tronco hacia delante, se deben flexionar las rodillas. Para alcanzar alturas por encima de los hombros, utilizar taburetes sin hiperextender la columna.
- Al conducir: aproximar lo suficiente el asiento a los pedales y sujetar el volante con las dos manos. Hacer descansos cada dos horas con ejercicios de estiramiento.
- Para dormir: colchón adecuado, evitar almohadas altas, posturas recomendables de lado o boca arriba.
- No permanecer mucho tiempo sentado o de pie. Procura realizar cada 2 horas ejercicios de estiramiento de la musculatura lumbar: en posición de pie inclinarse hacia adelante y atrás.
- El ejercicio físico ayuda a mejorar el dolor de espalda y además a prevenir futuras lesiones.
Los ejercicios especialmente recomendados son: natación, bicicleta estática, caminar y ejercicios específicos de estiramiento y reforzamiento lumbar. Sobre todo está recomendado en los pacientes con dolor de espalda crónico.
Los ejercicios que deben evitarse son:
- Aquellos que producen dolor al practicarlos
- Sentarse con las piernas estiradas
- Elevar las piernas estirado sobre la espalda
- Tocarse los dedos de los pies estando de pie
- Levantar pesos por encima de la cintura
El programa de ejercicios lo debe indicar, recomendar y supervisar su médico y/o fisioterapeuta especializado.
Vía cuida tu salud