Disminuye la Glucosa y el Colesterol:
Con este artículo terminamos la serie de los beneficios que te puede otorgar el Yoga en tu vida, esperamos que los hayáis disfrutado y que os animéis a probar nuestras clases, recordad, ¡la primera clase es totalmente gratuita!
El Yoga reduce el nivel de azúcar en la sangre y el colesterol “malo” a la vez que aumenta los niveles de colesterol “bueno”. Se ha visto que los diabéticos que practican Yoga logran disminuir el nivel de azúcar de varias maneras: reduciendo el cortisol y la adrenalina, con la pérdida de peso y mejorando la sensibilidad a los efectos de la insulina. Si descienden los niveles de azúcar, disminuirá el riesgo de complicaciones como ataques al corazón, fallas renales y ceguera.
Mejorar el trabajo intestinal:
Evita el Estreñimiento: las úlceras, el síndrome del colon irritable y el estreñimiento son afecciones que suelen intensificarse por el estrés, así que, si te estresas menos, sufrirás menos.
El Yoga, como cualquier otro ejercicio físico, puede aliviar el estreñimiento, y en teoría, reducir el riesgo de padecer cáncer de colon. Al mover el cuerpo se facilita el proceso digestivo y el movimiento natural de los intestinos, los yoguis opinan que las posturas con torsiones ayudan a mover los desechos de una manera fluida.
Regula el Metabolismo: para obtener esa comunión de la que hablamos y de la que se desprende una relación sentimental y sexual exitosa, es de suma importancia tener una práctica constante del Yoga.
A través de ejercicios de posturas (asanas), se obtiene mayor tono muscular, y se reconoce al cuerpo físico y sus necesidades.
Por medio de los movimientos y la respiración, el cuerpo recibe un masaje interno que estimula órganos internos, vísceras, sistema nervioso y sistema endocrino, éste último es el encargado de regular todo el metabolismo.
Bajar de Peso: el objetivo de hacer un dieta es bajar de peso, quizá hasta piensas en moverte más y comer menos. Poca gente piensa en practicar Yoga como primera opción, pues existe la creencia de que no es un ejercicio cardiovascular. Aun cuando hay otras disciplinas más aeróbicas, en una clase de Yoga se pueden quemar entre 250 y 400 calorías.
Al mismo tiempo, los logros espirituales y emocionales pueden estimularte a comer menos y a regular los problemas de peso en un nivel más profundo. El Yoga te permitirá ser más consciente en los hábitos alimenticios.
Las posturas en el Yoga son muy importantes para elevar tu gasto calórico y disminuir el estrés, la ansiedad y las preocupaciones, que son las principales causas del aumento del consumo de alimentos.
Hay que recordar que el metabolismo está controlado por hormonas, la tiroides produce varias clases de hormonas que ayudan a quemar calorías y el Yoga estimula a la tiroides para que sea más eficiente.
Si bien el Yoga te puede ayudar a perder algunos kilos, es más efectivo si se practica con regularidad y se convierte en parte de un estilo de vida saludable y activo.
Aliviar el dolor.
Disminuye el Dolor: el Yoga puede aliviar algunos dolores. De acuerdo con varios estudios, las asanas, el Pranayama y la meditación, o una combinación de las tres, reducen el dolor en personas con artritis, dolor de espalda, fibromialgia, síndrome del túnel carpiano y otras dolencias crónicas. Cuando disminuye o desaparece el dolor, el estado de ánimo mejora, se está más activo y se reduce la toma de medicamentos.
Estimular el sistema inmunológico.
Apoya al sistema inmunológico: las asanas y el Pranayama pueden mejorar la función del sistema inmunológico al reforzar las defensas del organismo aumentando la resistencia a enfermedades e infecciones.
La meditación ha demostrado tener un efecto benéfico en el sistema inmunológico, intensificándolo en ocasiones (por ejemplo, elevando los niveles de anticuerpos en respuesta a las vacunas) o descendiéndolo cuando es necesario (por ejemplo, para enfrentar una enfermedad autoinmune).
Aumenta las Defensas: cuando los músculos se contraen y se estiran, también se mueven los órganos que están alrededor. Al entrar y salir de las posturas de Yoga, se aumenta el drenaje de la linfa (un fluido viscoso rico en células inmunológicas).
Esto ayuda al sistema linfático a aumentar las defensas y proteger al organismo de las infecciones, destruir las células cancerosas y librarse de los productos de desecho que se acumulan en el cuerpo.
Mejorar el funcionamiento de los órganos sexuales.
Aumenta la Energía Sexual: a pesar de que cada día son más los practicantes del Yoga, todavía hay quienes desconocen las grandes virtudes que tiene para potenciar las relaciones de pareja y, sobre todo, el sexo.
Tanto en el plano emocional como espiritual, el Yoga nos brinda, mediante la experiencia física y mental de la armonía, una tranquilidad que logra dar un equilibrio emocional que muy pocas actividades pueden proporcionar.
Incrementa la energía vital por la búsqueda del despertar de la Kundalini o energía sexual, que es el 90% de la energía del ser humano que está dormida. Cuando esta energía despierta, el ser humano es capaz de lograr cosas increíbles.
Relajarte.
Estabiliza el Sistema Nervioso: el Yoga estimula la relajación, hace más lenta la respiración y equilibra el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Este último es calmante y restaurador, disminuye el ritmo cardiaco y respiratorio, ayuda a que la presión arterial disminuya y aumenta el volumen de sangre en los intestinos y órganos reproductivos; abarcando la respuesta de relajación.
Mejora el Equilibrio: la práctica regular del Yoga aumenta la propiocepción (que es la habilidad para sentir lo que el cuerpo está haciendo y cómo está situado en el espacio) y mejora el equilibrio físico. Quienes adoptan malas posturas o patrones de movimiento inadecuados, por lo regular tienen un sentido de la propiocepción muy pobre, el cual está ligado a problemas de rodilla y dolor en la espalda.
Una mejora en el equilibrio podría significar menos caídas. Para la gente mayor, se traduce en más independencia y podría evitar que tengan que recurrir a un cuidador o a un asilo.
Ayuda a descansar de los estímulos diarios: la estimulación es buena, pero en exceso puede afectar el sistema nervioso. El Yoga es al antídoto ideal contra el ajetreo de la vida moderna.
Las asanas restauradoras, como el Yoga Nidra (una forma de relajación guiada), la Savasana (postura de relajación profunda consciente), el Pranayama (técnicas respiratorias) y la meditación nos protegen de los estímulos externos y nos ayudan a tener descansos adecuados, incluso cuando dormimos.
Yoga para Embarazadas: practicar Yoga en el embarazo ayuda a la futura mamá y a su bebé a prepararse para el momento del parto. Pero más allá de los beneficios físicos para el cuerpo de la madre, el yoga para embarazadas permite entablar una comunicación especial entre la mamá y el hijo.
Entre los beneficios físicos que esta práctica brinda, están:
– Aumenta la flexibilidad, lo cual será muy útil durante el parto, y aumentará la posibilidad de que éste sea natural y de que la recuperación sea más rápida.
– Ayuda a controlar la respiración, un elemento de vital importancia en el momento de la llegada del bebé.
– Fortalece la columna, que se afecta por el peso que debe soportar sobre todo en las últimas semanas de embarazo.
– Mantiene la agilidad y mejora la circulación sanguínea de la futura mamá.
Por lo que respecta a los beneficios psicológicos, se encuentran:
– La mujer estará más tranquila y con mayor vitalidad.
– Relaja la mente y favorece el sueño.
– Mejora el humor de la embarazada.
– Le hace sentir con más fuerza y energía para recibir a su bebé.
En el campo emocional, los ejercicios de relajación, respiración y meditación crean un vínculo con ese ser que ya está en el vientre. El canto de mantras permitirá estar en sintonía con el bebé, lo que favorecerá a tener una relación más armónica y equilibrada con él.
Por todo lo anterior, el Yoga se convierte en una buena elección para descubrirlo en esta etapa tan especial para cualquier mujer.
Para cualquier consulta sobre las clases de Yoga que impartimos en el Centro Fisioterapia Majadahonda, podéis pulsar aquí.