Aunque parezca algo disparatado, existe un punto en común entre los luchadores profesionales de Sumo japoneses, un futbolista profesional de 1ª división del Español y uno de los mejores pilotos de motociclismo como es el italiano Valentino Rossi: y es un novedoso método de recuperación llamado INDIBA. Este método revolucionario permite reducir drásticamente el tiempo en la recuperación de lesiones.

Los creadores del método INDIVA aseguran que ni el luchador de sumo, ni el futbolista profesional ni Valentino Rossi practicarían su deporte como lo hacen actualmente. Para que os hagáis idea Rossi disputa los entrenamientos libres en el Gran Premio de Estados Unidos –disputado en el circuito de Laguna Seca-, y que de un tiempo a esta parte ha comenzado a darse unos tremendos costalazos como no se le recordaban al heptacampeón del mundo, y que gracias al método INDIVA “ha reducido el tiempo de recuperación de una fractura a la mitad”, dice el inventor del sistema.

Durante los ensayos en el circuito de Assen para el Gran Premio de Holanda, el italiano se llevó un importante golpe contra el suelo. Donde se fracturo el hueso pisciforme de la muñeca derecha, la cual ayuda a regular el acelerador y freno de la moto. En 11 temporadas jamás se había roto nada, en la que “il dottore” lleva participando en el Mundial. Aunque con un gran sufrimiento pudo terminar Octavo en el Gran Premio de Holanda, toda una hazaña sin duda.

Pero en tan solo una semana más tarde Rossi volvió a emerger nuevamente después de una recuperación que sorprendía a todos en Donington Park, donde remontó desde la undécima posición que ocupó en la parrilla hasta el segundo puesto que consiguió al cruzar por debajo de la bandera cuadriculada. Lo que muy poca gente sabe es que Rossi se aplicó la máquina de INDIBA tres veces al día y, al cabo de tres días, el brazo ya no estaba hinchado”, asegura Marco Montanari, fisioterapeuta que trata al italiano.

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Para que os hagáis idea este piloto y otros profesionales de elite llevan utilizando nuestras máquinas de hipertermia en sus recuperaciones desde que tenía 15 años. Los pilotos de motos se caen mucho y, si no lo hacen, los cambios de marcha y el embrague castigan mucho las articulaciones de sus dedos”, asegura José Calbet, director técnico de INDIBA, empresa española con sede en Barcelona.

“Nuestras máquinas son muy populares en Italia (donde este sistema es conocido como Tecarterapia), entre los jugadores del calcio, pero también en España la utiliza desde hace dos años el Espanyol”, explica Calbet, inventor también del primer electrobisturí, una herramienta, que, a día de hoy, es imprescindible en cualquier quirófano.

Los beneficios de la terapia Indiba está más que demostrado: acelera el proceso de recuperación física después de sufrir un problema traumatológico, muscular, o tras un severo esfuerzo.

La definición del sistema, por su tecnicidad, no es tan fácil de entender como los beneficios de la terapia: “Nuestros equipos transforman una energía fría e inofensiva de alta frecuencia relativa en temperatura interna, de modo que cada célula del tejido capta parte de esta energía y la transforma en temperatura que va del interior al exterior”, define este empresario español.

Ocurre que la temperatura es la mejor arma para luchar contra cualquier problema físico. Con las corrientes de alta frecuencia que aplican estos equipos se consigue crear una temperatura similar a la fiebre desde el interior del cuerpo hacia el exterior, de modo que todos los miembros afectados optimizan su recuperación.

“Con nuestro sistema, la ganancia en cuanto al periodo de recuperación es impresionante. Si estamos frente a una fractura, el tiempo de recuperación se reduce a la mitad, mientras que si el paciente sufre una contusión o una hematoma, la ganancia de tiempo es aún muy superior”, conviene este investigador de 72 años, especialista en los efectos de las corrientes eléctricas en el cuerpo humano. “La ventaja de nuestra propuesta con respecto a la de crear calor mediante la fricción molecular es que el calor tiene varias contraindicaciones, mientras que la temperatura carece de ellas”, adviene Calbet que, debido a su ajetreada agenda, aún no ha podido conocer personalmente a uno de sus más fieles clientes.

“Me han intentado presentar a Valentino Rossi hasta en siete ocasiones, pero aún no lo conozco porque siempre debía ser en fin de semana y yo no puedo”, sonríe el inventor.